La industria del plástico: retos y desafíos

La pandemia COVID parece como un mal recuerdo, sin embargo, estamos empezando a ver las consecuencias que está trayendo consigo. A la industria del plástico la está poniendo a prueba con nuevos retos y desafíos a los que se ha de enfrentar el sector.

Al comienzo de la pandemia, la industria del plástico estuvo entre los sectores beneficiados. Creció un 22,2% los dos primeros trimestres de 2021 frente a 2020. Aumentó la necesidad de productos cotidianos que requerían el plástico para su manipulación, ya que se trata de un material inocuo, versátil, impermeable y económico.

Dificultades de la industria del plástico

Sin embargo, las últimas transformaciones vividas (Covid, la guerra en Ucrania, nuevas leyes, etc), han afectado directamente a negocios productores de plástico. Estos son algunos de los temas que más se han recrudecido en el sector:

  • Escasez y retrasos en la cadena logística. Este fenómeno se debe a la falta de materia prima (cuarta parte de lo que había en el mercado antes de la pandemia). También afectan a los estrictos controles del transporte marítimo, lo que provoca tardanza en el tránsito del plástico
  • Cambios abruptos en los precios de las resinas plásticas derivados de la escasez, el disparado precio de los fletes marítimos y el desorbitado precio de la energía.
  • La creciente inflación global. Si la inflación y los precios siguen creciendo, el poder adquisitivo de los consumidores se desplomará afectando a las ventas minoristas y perjudicando al sector de los productos de consumo. A todo ello hay que sumar la amenaza de una caída de la demanda por miedo a la estanflación mundial.
  • Las restricciones gubernamentales y tributarias que se ciernen sobre los plásticos. La Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que contempla un impuesto a los plásticos, que afectará directamente a toda la cadena productiva, llegando al consumidor final.
«Demonización» del sector

A parte de todos estos problemas, hay que sumarle la “demonización” del sector. La imagen pública es una de las grandes y principales dificultades que enfrenta la industria del plástico. Esta “mala reputación” se está trasladando al marco regulatorio, llegando a ser discriminatoria respecto a otros materiales. Todo esto se debe al desconocimiento del material y sus beneficios.

Luis Cediel, director general de Anaip (Asociación Española de Industriales del Plástico), señala: “Los plásticos son tan ligeros y eficientes que cualquier material alternativo siempre va a ser más pesado y más voluminoso. Si se pudieran sustituir los envases plásticos por otros, el impacto medioambiental sería mayor. Se utilizaría más del triple de material para envasar la misma cantidad de productos; el gasto energético para producir y reciclar los mismos productos se duplicaría; y las emisiones de gases de efecto invernadero se multiplicarían por tres».

También añade: «En el caso concreto del papel, este requiere un consumo mayor de energía en sus procesos de fabricación y reciclado. Por ello, los envases de este material tienen una huella de carbono cuatro veces superior que el mismo envase hecho de plástico. Y, obviamente, no tiene la misma resistencia para el transporte y almacenaje; así como la capacidad de reutilización que tienen o pueden llegar a tener los envases plásticos”.

A pesar de estos retos y desafíos que marcan la tendencia de la industria, en PiberGroup siempre mantenemos una estrecha comunicación con nuestros clientes, informándolos de cada cambio y cómo nos afecta. Así mismo, tenemos un firme compromiso en ofrecer el mejor servicio y producto. Contamos con un personal muy cualificado que constantemente estudia las mejores soluciones que se adapten a los cambios mundiales y a las necesidades tanto de nuestros clientes como las medioambientales.

¡Siempre PENSAMOS EN AZUL Y VERDE!

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