Plásticos compostables y biodegradables y en qué se diferencian

El problema de la contaminación por plásticos es una preocupación global que ha llevado a la búsqueda de alternativas más sostenibles. Entre las soluciones propuestas, se encuentran los plásticos compostables y biodegradables. Aunque ambos suenan prometedores, es fundamental comprender las diferencias clave entre estos dos tipos de plástico para tomar decisiones informadas sobre su uso y manejo adecuado.

 

Plástico compostable

Los plásticos compostables están diseñados específicamente para descomponerse en condiciones de compostaje industrial, donde se controlan factores como la temperatura y la humedad. Estos materiales provienen de fuentes renovables, como almidones de maíz o caña de azúcar, y pueden ser convertidos en compost rico en nutrientes para el suelo.

La principal diferencia radica en su descomposición: los plásticos compostables se descomponen en CO2, agua y materia orgánica, sin dejar residuos tóxicos o microplásticos. Para asegurar su descomposición adecuada, es esencial que estos plásticos se sometan a las condiciones apropiadas de compostaje. Y estas condiciones no se dan en vertederos o entornos naturales.

 

Plástico biodegradable

El término «biodegradable» se aplica a una amplia gama de materiales que pueden descomponerse en presencia de microorganismos, luz solar u otros factores ambientales. Sin embargo, esta categoría es menos específica que la de los plásticos compostables y puede incluir plásticos a base de petróleo.

Es importante destacar que la biodegradación puede ser lenta y variar significativamente según las condiciones ambientales. Algunos plásticos biodegradables pueden dejar detrás residuos persistentes o microplásticos, lo que plantea desafíos para la gestión de residuos y la salud del ecosistema.


En resumen, la diferencia clave entre los plásticos compostables y biodegradables radica en su diseño y su destino final. Los plásticos compostables están diseñados para descomponerse en compost de alta calidad, mientras que los biodegradables pueden descomponerse en diversas condiciones y plazos, a menudo sin un estándar específico.

Para maximizar los beneficios ambientales de estos materiales, es esencial seguir las directrices de manejo adecuadas. Los plásticos compostables deben ser enviados a instalaciones de compostaje industrial, mientras que los plásticos biodegradables deben desecharse de acuerdo con las regulaciones locales y nacionales.

A medida que avanzamos hacia un futuro más sostenible, comprender la diferencia entre estos plásticos es esencial para tomar decisiones informadas sobre su uso y reducir el impacto ambiental de los envases y productos de plástico en nuestra sociedad. La investigación continua y la educación son cruciales para garantizar que estos materiales cumplan con sus promesas de sostenibilidad.